¡Que Hubo! Hoy vamos a hablar de un fenómeno que parece sacado de una película de ciencia ficción, pero que es tan real como el agua que cae del cielo. Se trata de la famosa “lluvia de peces” de Yoro, en Honduras. ¡Sí, has leído bien! ¡Peces que caen del cielo! ¿No te lo crees? Pues sigue leyendo.
La “lluvia de peces” es un fenómeno que ocurre en el departamento de Yoro, en Honduras. Durante las intensas lluvias que azotan la región entre la última semana de mayo y la primera de junio, los habitantes reportan que pequeños peces plateados, similares a la sardina, caen del cielo. ¡Imagínate salir de tu casa después de una tormenta y encontrar el suelo cubierto de peces! Eso sí que es una pesca milagrosa.
Aunque los pobladores aseguran que los peces caen directamente del cielo, los científicos tienen una explicación un poco menos mágica, pero igual de fascinante. John Knox, un científico atmosférico de la Universidad de Georgia, sugiere que el fenómeno podría ser causado por trombas marinas o tornados que pasan sobre un lago, absorben una cantidad de peces y luego los depositan en otro lugar. Sin embargo, aún no existe una explicación científica sólida.
Aquí es donde la historia se pone aún más interesante. Los habitantes de Yoro no solo recogen los peces para comer, sino que también los comercializan. Según la empresa pesquera Regal Springs, cada vez que ocurre el fenómeno, una familia logra recolectar aproximadamente unos diez kilogramos de peces. En promedio, las familias reciben aproximadamente US$ 6 por cada kilo de pescado. Así que, además de ser un fenómeno curioso, la lluvia de peces también es una bendición económica para los habitantes de Yoro.
Como toda buena historia, la lluvia de peces también tiene su leyenda. Según los residentes de Yoro, este fenómeno es una bendición otorgada por el padre José Manuel Subirana, un misionero español que visitó la zona en 1860 y oró por los pobres de la región que padecían hambre, pidiendo a Dios que les proporcionara comida.
En resumen, la lluvia de peces de Yoro es un fenómeno fascinante que combina ciencia, leyenda y economía. Y aunque todavía no tenemos una explicación científica definitiva, una cosa es segura: la próxima vez que estés en Yoro durante la temporada de lluvias, ¡no olvides llevar un paraguas y una canasta para recoger peces!
Y recuerda, si ves a alguien corriendo bajo la lluvia con una red de pesca, ¡no es que se haya vuelto loco! Simplemente está aprovechando la generosidad del cielo. ¡Hasta la próxima!
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